A veces el silencio no es falta de interés, ni de amor, es sabiduría. Hay batallas que se ganan permaneciendo tranquilos y en silencio, porque no olvidemos que siempre seremos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestros silencios.
Cuando alguien está frustrado o asustado está en estado de secuestro emocional, es decir con su cerebro instintivo activado, que como no maneja lenguaje, no puede escuchar nada y lo que dice tampoco se lo puede escuchar a el mismo, por esto cuando están hablando dos personas en ese estado, no pueden recordarlo cuando han salido de él y esto explica que lo nieguen todo aunque le hayan grabado y pueda ver las imágenes.
La terapia educativa-experiencial de
escucha te facilita que mientras vas conversando con Manuela y con
su acompañamiento, vayas descubriendo en
tu historia cuántas cosas dijiste en estado de secuestro emocional que nunca
hubieras dicho en estado sereno y de las
que has sido esclava para siempre y de cuántas cosas te enteraste del otro que
nunca te hubiera dicho en estado sereno. Como lo dicho, dicho queda y todo lo
que sucede es inevitable y conveniente, conversando podemos descubrir la percepción que hicimos de lo que
sucedió, que fue el desencadenante para transformarla en otra, que nos devuelva la paz
y el amor al otro.