miércoles, 28 de mayo de 2014

Programa de radio "ESCUCHAR PARA DESCUBRIR"

Mi tarea profesional como Educadora Terapéutica Experiencial consiste en "escuchar para descubrir" lo que la persona que habla me quiere decir, para esto le voy acompañando con "preguntas para descubrir", facilitando que ella misma descubra lo que  puede aprender de su propia experiencia, y así  pueda percibir lo que sucedió o está sucediendo de una manera sana, que le permita descubrir respuestas creativas y eficaces.
Por esto mi programa de Radio tiene el titulo "Escuchar para descubrir".  Mi deseo es que los oyentes puedan descubrir los aprendizajes que yo muestro en su propia experiencia de vida.
Sólo podemos aprender algo que otro nos muestra, si lo vemos a través de nuestra propia experiencia, sino se almacenará como conocimiento hasta que aparezca la experiencia que haga posible el aprendizaje.







domingo, 25 de mayo de 2014

LA DEPRESIÓN EMPIEZA EN LA INFANCIA




Manuela Älvaro Alonso

EL AMOR INCONDICIONAL NOS HACE LIBRES




Manuela Álvaro Alonso


DESARROLLO DE LA AUTONOMÍA Y RESPONSABILIDAD DEL NIÑO



El niño, hasta los dos años, se encuentra en un estado emocional fusionado con su madre, no se percibe como un ser diferenciado. Es más, hasta los nueve meses sus experiencias quedarán grabadas en el inconsciente junto con las prenatales, formando el paquete de protovivencias. Por eso es tan importante durante esta etapa la cercanía con la madre, a través de las caricias, que evocarán el continuo roce con el cordón umbilical durante la vida prenatal. El proceso de autoidentificación empieza con la deambulación independiente. Comienza con el gateo, y se consolida en torno a los dos años, cuando ha finalizado completamente el proceso de aprendizaje de caminar.

El niño ya percibe que es una persona única, distinta, y tiene que reafirmarlo. La manera más básica de autoafirmarse es negar al otro. Muchas veces, esta necesidad del niño, que incluye ir adquiriendo su propia autonomía, entra en conflicto en la interacción con sus padres. Sus deseos, sus expectativas, su necesidad de independencia, de autonomía; entran en conflicto con los de sus progenitores. Además de la necesidad de autoafirmarse, aparece también el conflicto emocional. “Yo quiero esto y mis padres quieren otra cosa”. ¿Y el niño cómo lo gestiona? Con el NO o con el famoso “berrinche”. Es un proceso natural, que sólo necesita sentir el acompañamiento de sus padres y educadores, para poder experimentar que la frustración se pasa, y que su cariño está asegurado, independientemente de sus comportamientos.

Así, el niño necesita autoafirmarse, negarse y conseguir lo que desea para consolidar la conciencia del “yo”. Siempre que ofrecemos “atención tóxica”, porque estamos en estado de “secuestro emocional” ante una rabieta, estaremos potenciando la frecuencia y la duración de las mismas, radicalizando conductas que destructivas para el niño.



Los límites relacionados con la seguridad y el bienestar del niño son necesarios, pero es muy importante que los entiendan así, y no como una lucha de poder con sus padres. Podemos reflexionar sobre los límites para descubrir cuáles son realmente necesarios y cuáles tienen que ver con nuestras propias carencias, y no con la seguridad y el bienestar del niño. Tan importante es que aprendan a aceptar un límite como que aprendan a transgredirlo. Parece que muchos padres creen que los niños tienen que aprender a obedecer y a cumplir normas, a pesar de que no entienden su beneficio. Todo ello está muy relacionado con la sumisión, que obviamente no es lo que los padres quieren para sus hijos cuando sean adultos. Sin embargo, y de forma totalmente inconsciente, es lo que refuerzan cuando son niños.

Los niños necesitan aprender a decir que no, a tener criterio propio, a decidir, a elegir, a tomar decisiones sin temor a equivocarse. El niño que no aprende en su casa a decir que no, a decidir por sí mismo, y a transgredir, en el momento en que los referentes ya no son sus padres, sino el grupo de iguales (preadolescencia y adolescencia), se va a encontrar en situaciones en las que, al no saber decir que no o saber tomar una decisión diferente a la que le impone su referente, se convierte en una presa fácil para ser captado por cualquier movimiento o líder que le induzca a llevar a cabo conductas destructivas. Tan importante es aprender a aceptar los límites que entiende que son protectores, como  a rebelarse con los que no percibe como beneficiosos para él, vengan de quién vengan. Llegará un momento en que el referente no seréis vosotros, serán sus amigos. Y no siempre el amigo va a tener un criterio válido o seguro. Incluso muchas veces él mismo ha sido ya captado para captar a otros. Tenemos que tener presente siempre, que el niño necesita experimentar y jugar para ir desarrollando la autonomía y la responsabilidad. Es muy importante que nosotros acondicionemos de manera segura el espacio donde va a estar el niño, y organicemos el tiempo para respetar su ritmo en el desempeño de cada tarea, acompañándolos con amor.
Podemos observar al niño para descubrir qué necesidad tiene, qué le está causando el malestar, y poner las condiciones para que la necesidad sea cubierta. Muchas veces el esfuerzo que supone cambiar esas condiciones ambientales o actitudinales nos va a dar un beneficio mucho mayor que si no las cambiamos, aferrándonos a perpetuar nuestras propias necesidades. Podemos descubrir qué necesita el niño, escuchando y observando lo que manifiesta, para ir cubriendo sus necesidades, desarrollando nuestro infinito potencial creativo de afrontamiento, y creando un vínculo afectivo sólido y seguro.

Manuela Álvaro Alonso