Una vez que entendemos que la realidad no existe, que
lo que existe son percepciones de la
realidad, ya podemos entender que existen tantas percepciones como seres
humanos, y que no hay ninguna percepción
idéntica a otra, pueden ser similares o diferentes, porque es precisamente
nuestras percepciones lo que nos hace originales, únicos e irrepetibles.
Cada vez que nos sentimos inquietos o nerviosos por
algo que estamos viviendo o creemos que vamos a vivir, lo podemos percibir como
una posibilidad de crear una respuesta nueva, que nos lleve a vivir una
experiencia nueva que nos permita construir nuevos aprendizajes que habrán sido
posibles gracias a la experiencia. Recordando que nada cambiará si
seguimos dando las mismas respuestas
ante las mismas situaciones.
Hablando
con Manuela podrán ir descubriendo en su historia que muchas veces que sintieron
inquietud o temor, de forma inconsciente y espontánea crearon una respuesta
nueva que les aportó nuevos
aprendizajes. Todo esto no es una meta, es un proceso, es un horizonte
esperanzador para recuperar la alegría de vivir por el placer de experimentar y
descubrir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario