Lo único que conocemos es lo que hemos vivido y es lo único que podemos transformar. Todo nuestro pasado está guardado en nuestra memoria cómo lo percibimos en cada momento.
Sin embargo, ahora tenemos la oportunidad de transformar todas las percepciones tóxicas que nos crean alarmas y condicionan nuestro presente, en percepciones sanas al tiempo que vamos descubriendo todos los aprendizajes que podemos ir construyendo, mientras vamos reconstruyendo nuestra historia.
Todo puede ser perfecto cuando el cerebro se abre a la posibilidad de que todo puede llegar a ser percibido como perfecto, pasando del pensamiento convergente al pensamiento divergente. No podremos transformar ninguna percepción que antes no hayamos descubierto y tomado conciencia de ella.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras van hablando, van descubriendo cuántas experiencias vividas guardan en su memoria como malditas, generando mucho temor a volverlas a vivir. Y mientras, van descubriendo todo lo bueno que vino después, gracias a lo vivido antes, y así empiezan a sentir gratitud por todo lo vivido y a transformar las percepciones malditas en benditas, generando así confianza en lo que esté por venir, que irán descubriendo en la medida que vaya presentándose. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Todo esto es un proceso. No es una meta, es un horizonte esperanzador.