Los niños hasta aproximadamente los 6 años son inocentes, porque están abiertos a infinitas posibilidades guiados por su intuición y esto les da la oportunidad de sorprenderse con todo.
Los mayores podemos recuperar la inocencia guiados por nuestra intuición cuando el cerebro reptiliano se abre a la apertura a la posibilidad de dejarse sorprender por la vida, confiando en que los planes que la vida nos cambia siempre son más acertados que los nuestros, si desplegamos la creatividad para descubrir que todos los planes que nos cambió la vida nos dieron la oportunidad de sorprendernos y descubrir nuevos aprendizajes.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras van hablando y con mi acompañamiento, van descubriendo cuántos planes les cambió la vida y vivieron con frustración, guardando en su memoria la malignidad de la vida o de quién consideraron culpable de dichos cambios. Y así, desplegando la creatividad van reconstruyendo las situaciones vividas y guardadas en la memoria como malditas, transformándolas en benditas, mientras van descubriendo los aprendizajes que pudieron construir a través de ellas. Este proceso va aumentado la confianza en su capacidad transformadora perdiendo el miedo a vivir, haciendo planes para que la vida los cambie, transformando las necesidades que aseguran la supervivencia en posibilidades que les permitan vivir como verdaderos y auténticos seres humanos. Todo esto es un proceso. No es una meta, es un horizonte esperanzador con infinitas posibilidades desde el pensamiento divergente.