Todos aprendimos por imitación o por introyección del cerebro mamífero de nuestros progenitores a ofrecer lo peor de nosotros cuando entramos en estado de secuestro emocional, para atacar o defendernos como hace cualquier animal mamífero. Sin embargo, el ser humano tiene la posibilidad de utilizar la energía transformadora que fluye por sus venas, cuando tiene su cerebro reptiliano activado, y la supervivencia no está en riesgo, para desplegar la creatividad y poder ofrecer lo mejor de él, lo que le humaniza, el amor incondicional.
Todo puede ser perfecto cuando el cerebro se abre a la posibilidad de que todo puede llegar a ser percibido como perfecto, pasando del pensamiento convergente al pensamiento divergente. No podremos transformar ninguna percepción que antes no hayamos descubierto y tomado conciencia de ella.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras van hablando van descubriendo cuántas veces entraron en estado de secuestro emocional y se defendieron o atacaron como si de una situación de vida o muerte se tratara cuando no era así, simplemente faltó la cobertura de alguna necesidad o apareció el miedo a no tener cobertura. Y así van tomando conciencia de cuántas respuestas dieron ineficaces e insatisfactorias que tienen guardadas en su memoria con un mal sabor de boca. Hablando de ellas pueden ir encontrando el sentido que tuvieron y descubriendo los aprendizajes que pueden construir a través de ellas. Es un proceso.
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