Cuando entendamos que la realidad no existe, que sólo existen percepciones de la realidad, ya podremos escuchar a los otros desde la curiosidad de descubrir sus percepciones, no para rechazarlas ni apoyarlas, sino para poder descubrir las nuestras a través de éstas, por similitud o por contraste.
Así podremos ir entendiendo, poco a poco, que cuando el otro nos muestra su percepción en estado de secuestro emocional es un regalo, porque activa nuestro cerebro reptiliano, ofreciéndonos la oportunidad de que se despliegue la creatividad y podamos descubrir algo nuevo del otro, de mí mismo, o de la vida, que todavía no sabemos.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras van hablando y con mi acompañamiento van entendiendo que los otros siempre muestran sus percepciones de la realidad y que sólo cuando entran en estado de secuestro emocional tienen la oportunidad de que se despliegue la creatividad para tomar conciencia de una percepción tóxica transmitida y transformarla en otra sana, que les devuelva el bienestar y les permita descubrir respuestas eficaces y satisfactorias. Todo esto es un proceso. No es una meta, es un horizonte esperanzador, con infinitas posibilidades desde el pensamiento divergente.