Unos padres que escuchan sin juzgar facilitan que su hijo regrese siempre a preguntar, en lugar de buscar respuestas en lugares equivocados. Hablar de sexualidad en casa no significa dar permiso, ni fomentar conductas, significa ofrecer seguridad, claridad y confianza porque los adolescentes necesitan comprender conceptos básicos de que cada persona es dueño de su vida, de su tiempo, de su dinero y de su cuerpo, para entender que un vínculo afectivo, con o sin sexo, no es un contrato mercantil con derechos y deberes.
La terapia educativa-experiencial de
escucha te facilita que mientras vas conversando con Manuela y con
su acompañamiento, vayas descubriendo en
tu historia, cuántas veces necesitaste información sobre sexualidad y no te
atreviste a preguntar a tus padres, sino a otras personas que no siempre te
dieron respuestas claras y que muchas veces lejos de aclarar tus dudas, te
confundieron más.






