Desde que los padres tiene la confirmación de que van a tener un hijo les empieza a acompañar el miedo ante la experiencia nueva. Si ellos entienden que el miedo es su protector porque va a activar la atención, reconociendo que todo lo que les da miedo puede pasar, pero hasta que no suceda no lo podrán afrontar, y empezarán a generar posibles respuestas para lo que se vaya presentado cada día.
Si los padres
entienden así el miedo y no luchan contra él porque no es ninguna amenaza, podrán acompañar a su hijo cuando manifieste
temores, explicándole que todo lo que le da miedo puede suceder y precisamente
el miedo le ayuda a poner atención para evitar lo evitable y para afrontar lo
que vaya sucediendo de la mejor manera y así el niño percibirá el miedo como
algo a su favor y no en contra, perdiendo el miedo al miedo y ganando confianza
en sus capacidades.