Los niños preguntan para entender lo que no entienden, desde que aprenden a hablar hasta que empiezan, alrededor de los 6 años, a imitar el modelo de sus padres, que frecuentemente es, preguntar para juzgar, para mostrar acuerdo o desacuerdo, para amenazar o infringir castigo o para alabar o premiar, para dar órdenes o imponer deberías etc. que es la forma de preguntar que maneja el cerebro mamífero para asegurarse la transmisión de creencias, deberías, percepciones, sentimientos y comportamientos a la siguiente generación, que es en lo que consistía la educación cuando el cerebro percibía las relaciones humanas en jerarquía, para asegurar así la integración social.
Como en este momento evolutivo el cerebro humano percibe las relaciones humanas en horizontal es necesario que los padres recuperen y desarrollen la capacidad de preguntar para entender, para que los niños sigan desarrollando esta capacidad que traen de nacimiento, estableciendo así canales de atención sana creando vínculos afectivos sólidos y seguros.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada los padres pueden aprenden a preguntar para entender, facilitando que tenga lugar el proceso de enseñanza aprendizaje entre padres e hijos, porque, tanto unos como otros, podrán ser alumnos y maestros, aprendiendo a descubrir lo que quieren preguntar exactamente, para entender lo que no entienden, para seguir entendiendo y construyendo nuevos aprendizajes.
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