Los niños nacen buscando atención sana continuamente y cuando no la encuentran empiezan a aprender a buscar atención tóxica. Este proceso comienza cuando empiezan a descubrir que los padres ofrecen atención sólo cuando están afectados, es decir, cuando están en estado de secuestro emocional. Pero esta atención que empiezan a descubrir es tóxica, adictiva y destructiva y empiezan a crearse canales de atención tóxica en la que quedan atrapados ambas partes, y de dónde no es fácil salir de forma espontánea, porque se convierte en una adicción, generar las sustancias en el torrente sanguíneo que produce buscar y ofrecer atención en estado de secuestro emocional desde el cerebro reptiliano.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras hablan de sus propias experiencias, van descubriendo cuántas veces ofrecen atención en estado de secuestro emocional y cuántas veces la buscan a través de sus comportamientos y la reciben de los otros o de ellos mismos, y empiezan a descubrir que este proceso es adictivo, que les gustaría buscar atención sana, pero su cerebro reptiliano les lleva a repetir comportamientos que aseguran la atención tóxica de los otros o de ellos mismos, radicalizando las conductas de las que les gustaría liberarse.
Con mi acompañamiento van aprendiendo a desarrollar el amor incondicional por ese cerebro reptiliano, que siempre nos guía y nos protege, para que comprenda los beneficios de transcender una necesidad que ya no es necesaria y se vaya abriendo a la posibilidad de trascenderla. Es un proceso.
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