La curiosidad de los niños es lo que les lleva a estar continuamente escuchando para descubrir y preguntando para entender. Si los padres y educadores les acompañan en poder dar cobertura a esta necesidad podrán convertirse en genios porque desarrollaran el pensamiento divergente, la imaginación, la creatividad, el entendimiento y la observación. En cambio, cuando reciben recriminación y censura de esta necesidad bajo el lema “la curiosidad mató al gato”, van transmitiendo el pensamiento convergente y la obediencia como un valor.
Esto explica que aún sean pocas las personas que sienten curiosidad por aprender a vivir de una forma humana y creativa que es lo que ofrece la Terapia educativa-Experiencial de Escucha en Atención Individualizada y en cambio sean muchas las personas que todavía buscan autoridades que les digan lo que deben de hacer para obedecerles y sentir la satisfacción del deber cumplido, aunque no consigan la paz interior y sigan buscándola desesperadamente.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras van hablando y con mi acompañamiento, van descubriendo que siempre andan buscando autoridades que les digan lo que deben hacer ante cualquier adversidad o conflicto y van entendiendo porque a pesar de hacer lo que deben de hacer no encuentran la paz interior porque hay una lucha constante. Todo esto es un proceso. No es una meta, es un horizonte esperanzador con infinitas posibilidades desde el pensamiento divergente.
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