Las heridas físicas cicatrizan de forma natural
con el paso del tiempo, sin embargo las heridas psíquicas en muchas ocasiones
no cicatrizan de forma espontánea con el tiempo y cada vez que recordamos
situaciones que vivimos como dolorosas volvemos a sentir el mismo malestar a
pesar del tiempo transcurrido, porque están guardadas en la memoria con la
misma percepción que las vivimos cuando sucedieron.
Cuando sentimos la apertura a la posibilidad de
poder transformar la percepción desplegando la creatividad, se inicia el
proceso de transformar en bendito aquello que vivimos como maldito en su
momento, de forma espontánea.
Hablando con Manuela podrán ir tomando conciencia de las heridas
psíquicas que guardan en la memoria a
través del miedo que sienten a volver a vivir situaciones
similares y poco a poco irán transformando la percepción y empezarán a sentir
gratitud por las experiencia vividas por lo que descubrieron a través de ellas,
y que no había sido posible antes.
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