Si lo que te gusta
se repite con frecuencia empieza a crear la necesitas de que siga repitiéndose
y dure para siempre, pero si no está en nuestras manos la cobertura de la
necesidad, enseguida aparecerá el miedo a que dicha necesidad quedé sin
cobertura y sentir el malestar de la frustración, por eso lo que te gusta no te
conviene. Solamente si aprendes a disfrutarlo sin más cada vez que tienes la
oportunidad no se transformará en no conveniente porque no generarás la
necesidad de que se repita, siempre lo vivirás como una posibilidad.
En cambio lo que no te gusta te conviene porque te da la oportunidad de descubrir cuál es la percepción que tienes de la situación como mala para ti y transformarla por otra que la convierta en buena para ti. Este es el proceso de transformar lo maligno en benigno, o lo maldito en bendito, que tiene lugar cuando la energía creativa de la frustración o el miedo despliega la creatividad que te va humanizando.
Por esto todo lo
que sucede conviene y lo que la vida te presenta en cada momento son
oportunidades de evolucionar dejando de vivir desde las necesidades como los
animales y empezar a vivir desde las posibilidades que nos irán convirtiendo en
verdaderos seres humanos, llenos de gratitud y humildad.
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