Cuando una necesidad no ha sido cubierta sentimos frustración y si puede dejar de ser cubierta sentimos
miedo, entrando así en estado de secuestro emocional, porque se activa el
cerebro reptil que despliega la creatividad buscando la cobertura o que el
miedo a la falta de cobertura remita.
En estado de secuestro emocional sólo sabemos atacar o defendernos porque nuestro cerebro reptil es el de los instintos, es el que lucha por la supervivencia como en cualquier animal mamífero. Por eso, si aprendemos a guardar silencio cuando estamos en ese estado nos estaremos protegiendo porque seremos siempre dueños de nuestros silencios y no esclavo de nuestras palabras.
La terapia educativa-experiencial de
escucha te facilita que mientras vas conversando con Manuela vayas
descubriendo en tu historia cuántas veces hablaste estando en estado de secuestro
emocional, frustrado o asustado,
ofreciendo una información que nunca hubieras dicho en estado sereno porque
actuaba en tu contra y te protegías, pero en cambio en ese estado sólo atacaste
o te defendiste, pero de una forma o de otra, algo te separó para siempre de
esa persona. Por lo tanto, si conseguiste el objetivo pagaste un precio muy
caro, en cambio si te comunicas desde el cerebro humano, que sólo tiene amor
para protegerte a ti y al otro las respuestas siempre serán eficaces y
satisfactorias porque fortalecerán el vínculo afectivo
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