Muchos padres sienten miedo o incomodidad al hablar de sexualidad con sus hijos, especialmente cuando entran a la adolescencia. Sin embargo, si evitan hablar de sexualidad con su hijo hablará con otras personas que pueden tener intereses particulares porque el silencio no los protege, solo los deja expuestos a recibir información incompleta, distorsionada o incluso dañina de sus amigos, internet o redes sociales. El silencio crea dudas, la conversación crea confianza.
Unos padres que escuchan sin juzgar facilitan que su hijo regrese siempre a preguntar, en lugar de buscar respuestas en lugares equivocados. Hablar de sexualidad en casa no significa dar permiso, ni fomentar conductas, significa ofrecer seguridad, claridad y confianza porque los adolescentes necesitan comprender conceptos básicos de que cada persona es dueño de su vida, de su tiempo, de su dinero y de su cuerpo, para entender que un vínculo afectivo, con o sin sexo, no es un contrato mercantil con derechos y deberes.
La terapia educativa-experiencial de escucha te facilita que mientras vas conversando con Manuela y con su acompañamiento, vayas descubriendo en tu historia, cuántas veces necesitaste información sobre sexualidad y no te atreviste a preguntar a tus padres, sino a otras personas que no siempre te dieron respuestas claras y que muchas veces lejos de aclarar tus dudas, te confundieron más.

No hay comentarios:
Publicar un comentario