EL AMOR INCONDICIONAL ES LA LLAVE DE LA VERDADERA LIBERTAD

Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido por amar de forma mercantil, desde su cerebro mamífero. Sufrimos  por haber invertido para obtener recompensa, no por haber atendido al otro por amor. Si realmente aprendemos a amar incondicionalmente, no hay riesgo de sufrimiento, porque todo lo que el otro ofrece está bien, descubriendo que no necesitamos nada que el otro no necesite ofrecernos. Cada uno  ama como necesita amar y ofrece como amor lo que como amor le ofrecieron cuando era pequeño y tuvo que normalizar para no morir. Cuando amamos incondicionalmente nos entregamos sin esperar nada a cambio, por el simple y puro placer de la entrega, a quien nos da la oportunidad de hacerlo.

Recuperar la capacidad humana de amar incondicionalmente con la que nacimos,  es el único camino de la verdadera libertad.

Los buenos ratos con alguien son las guindas de la vida, pero la tarta de tu vida te resultará exquisita si siempre llevas  de la mano a tu niña interior, contando solo con ella, para vivir fluyendo con lo que la vida te vaya ofreciendo, entendiendo que no hay nada mejor para ti que lo que en cada momento te presenta la vida, porque entre otras cosas es lo único que puedes vivir, eso si, fluyendo o luchando. Si fluyes  la tarta siempre será rica y las guindas resultara n exquisitas porque duran poco, y luego seguirás con tu rica tarta de la vida. Si luchas la tarta resultará amarga y las guindas tampoco te parecerán dulces porque cogerán cierto sabor amargo de la tarta. Las guindas nunca pueden endulzar la tarta, en cambio la tarta  si puede amargar las guindas por muy dulces que estás parezcan.

Si por la pérdida de un ser querido, separación o divorcio,  te has quedado atrapado en tu duelo porque  el sufrimiento intenso no cesa, sintiendo que no tienes ganas de vivir, te recomiendo que contactes conmigo para conocer la                         TERAPIA EDUCATIVA EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada,  y poder aprender a percibir la pérdida de forma sana y creativa, descubriendo el infinito potencial creativo que anida en tu interior que te permitirá, poco a poco, transformar la situación en ideal, recuperando  la alegría de vivir.