martes, 15 de marzo de 2016

Te amo porque no te necesito.


 Si te necesito no puedo amarte, sólo te necesito para que cubras mis necesidades. Si eres de los que te encantan las canciones que dicen frases como “mi vida eres tú”, “sin ti no soy nada” o “me muero si no estás”, si te derrites cada vez que tu pareja te dice “eres todo para mí” o “no podría vivir sin ti”, es muy probable que no hayas descubierto el amor incondicional por tu pareja, porque es la que cubre tus necesidades, por lo tanto tu vida está en sus manos. No le amas, le necesitas.
El amor es libertad, no miedo a perder a la persona que cubre mis necesidades. A menudo oímos frases del tipo “necesito estar con él todo el tiempo”, “haría lo que fuera por ella”, “si me deja, me muero”.¿Te has preguntado alguna vez qué hay detrás de este tipo de afirmaciones? El miedo a perder a la persona que da sentido a tu vida. Explican el amor mercantil. Yo te amo para que tú me ames. Yo te amo porque tú me amas. Pero el amor  mercantil crea un lazo que esclaviza, basado en dos temores. Primero, el abandono si no hago lo que el otro necesita en cada momento, y segundo, que el otro tenga una conducta que me lleve a sentir el deber de abandonarle.

Durante mucho tiempo nos han inculcado que en el amor es inevitable sufrir, y en el amor mercantil así es. En cambio, si desarrollamos el amor incondicional en pareja, no hay miedo a sufrir, porque sentiremos que no necesitamos nada diferente a lo que la persona amada necesite ofrecernos en cada momento. Amamos simplemente porque nos sale y nos lo permiten. Así, si nuestra pareja decide romper el contrato mercantil, podremos seguir amando en la ausencia, como a quienes fallecen, eternamente, a través de los recuerdos de todo lo compartido, desarrollando la gratitud por ello.
El amor incondicional nos permite amar en libertad, independientemente de las conductas del otro. Le seguiremos amando mientras nos lo permita, sin tomar ninguna represalia, ni aplicar castigo a sus conductas. Cuando amamos en libertad, nada ni nadie es imprescindible. El amor incondicional nos permite desarrollar nuestra autonomía afectiva para poder amar en libertad y sin temores.

Así pues, para poder ser feliz en pareja es necesario antes descubrir que no necesitamos nada diferente a lo que necesite ofrecernos en cada momento nuestra pareja. Y entonces podemos entender que sólo contamos con nuestr@ niñ@ interior para no sentirnos solos, siendo la soledad, a su vez, el único estado que nos permite comunicarnos con él/ella, para acompañarnos mutuamente. Esto hace que, de forma espontánea y natural, desaparezca el miedo a perder a la pareja, porque sentimos que nunca más volveremos a estar solos, pues siempre estaremos con nosotros mismos, siendo ésta la única compañía real y auténtica.

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