ODIAME POR FAVOR
Ódiame,
por favor, yo te lo pido
Ódiame sin medida ni clemencia
Odio quiero más que indiferencia
Porque el rencor hiere menos que el olvido
Ódiame, por favor, yo te lo pido
Ódiame sin medida ni clemencia
Odio quiero más que indiferencia
Porque el rencor hiere menos que el olvido
Si tú me odias quedaré yo convencido
Que me amaste, mi bien con insistencia
Pero ten presente, de acuerdo a la experiencia
Que tan sólo se odia, lo querido
Pero ten presente, de acuerdo a la experiencia
Que tan sólo se odia, lo querido
Que vale mas humilde que orgullosa
Que vale más tu débil hermosura
Piensa que en el fondo de la fosa
Llevaremos la misma vestidura
Que vale más humilde que orgullosa
Que vale más tu débil hermosura
Piensa que en el fondo de la fosa
Llevaremos la misma vestidura
Si tú me odias quedaré yo convencido
Que me amaste mi bien con insistencia
Pero ten presente, de acuerdo a la experiencia
Que tan solo se odia lo querido
Pero ten presente, de acuerdo a la experiencia
Que tan solo se odia lo querido
Siempre hemos escuchado que del amor al odio hay un paso, por esto y por el momento evolutivo que estamos viviendo, cuando no encontramos atención sana de forma espontánea, sólo sabemos buscar despertar el odio como vía para encontrar el amor.
Por esto es urgente que nos demos cuenta que siempre que recibimos un mal trato de alguien, es muy posible que nos hayamos comunicado desde nuestro cerebro reptiliano, porque nos encontrábamos es estado de Secuestro Emocional para quedarnos con nuestra intervención y poder descubrirnos, entendernos y amarnos y no con la intervención del otro. Lo mismo nos pasa cuando alguien se comunica en estado de Secuestro Emocional con nosotros y se activa nuestro cerebro reptiliano que ya queda establecido un canal de atención tóxica, adictiva y destructiva.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras hablan, van descubriendo que en las relaciones afectivas, de forma inconsciente, se comunican casi siempre en estado de Secuestro Emocional y desde su cerebro reptiliano, el de los instintos, el que no puede amar sólo buscar la cobertura de la necesidad que no ha sido cubierta, porque todas para éste son asunto de vida o muerte. Para despertar el cerebro humano del otro cuando nos encontramos en estado de Secuestro Emocional es necesario aprender a guardar silencio e interrumpir la comunicación visual, para poder salir de este estado transformando la percepción tóxica en otra sana que nos permita recuperar la serenidad y la eficacia del cerebro humano. Es un proceso.
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