Cuando nos comunicamos conectando con la mirada en estado de secuestro emocional estamos ofreciendo atención tóxica, adictiva y destructiva para ambas partes, estableciendo canales de atención tóxica, perpetuando las conductas.
En cambio cuando en este estado ya está creada la necesidad de guardar silencio y bajar la mirada, tenemos la oportunidad de desplegar la creatividad preguntándonos para descubrir cuál es la necesidad que no ha sido cubierta si sentimos frustración, o qué tememos que suceda porque una necesidad puede quedar al descubierto.
En las preguntas ya están implícitas las respuestas y la energía transformadora que corre por el torrente sanguíneo a través de dicho proceso natural, desaparecerá recuperando la paz interior.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras van hablando y con mi acompañamiento van entendiendo que guardar silencio cuando están en secuestro emocional sólo es sano cuando surge sin esfuerzo porque el cerebro reptiliano ya le ha quitado la malignidad a la persona o a la situación y ha creado dicha necesidad, facilitando que se despliegue la creatividad para poder hacerse preguntas hasta que descubran la necesidad no cubierta y de forma espontánea se trasformará en posibilidad o quedará transcendida, quedando libres de ella para siempre. Todo esto es un proceso. No es una meta, es un horizonte esperanzador.
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