Es muy importante entender que los hijos no son
demandantes, sino que cada vez que nos buscan nos dan la oportunidad de cubrir
sus necesidades básicas de supervivencia o de atención o de enseñarles lo que
no saben y tienen curiosidad por aprender.
La motivación para traer un hijo a este mundo es
tener un ser humano que desde que nace hasta que la muerte nos separe nos ofrece la oportunidad de cubrir todas sus
necesidades y enseñarle todo lo que no sabe, desarrollando el gen altruista que
todo ser humano tiene, que se manifiesta atendiendo al que lo necesita y enseñando
al que no sabe.
Si un bebe no llora cada vez que necesita algo de
nosotros nunca podríamos atenderle y cuando va creciendo si no nos cuenta sus
necesidades o no nos pregunta lo que no sabe y tiene curiosidad por aprenderlo
no podríamos sentir la satisfacción que da desarrollar el gen altruista,
atendiéndole y enseñándole.
Hablando con Manuela podrán iniciar este proceso de comprender que el
instinto de maternidad y paternidad no busca perpetuar la especie como en el
resto de los animales a través de la procreación, busca poder desarrollar el
gen altruista, atendiendo a su hijo en todo lo que necesita y ensenándole todo lo que no sabe y tiene
curiosidad por aprender, descubriendo así el
amor incondicional que les irá humanizando, dejando de vivir desde las
necesidades de que los hijos sean de una manera, para vivir desde las
posibilidades de que serán como se vaya mostrando su originalidad.
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