Para
mí, la escritura y la comunicación oral son las manifestaciones primordiales de la
creatividad humana. Cuando pongo palabras a lo que sucede dentro y fuera, estoy
creando lo que todavía no existe, porque no tengo conciencia de ello. Así pues,
poner palabras a todo es la forma de tomar conciencia y encontrar respuestas a
las preguntas creativas que surgen en mi interior. Estas son las manifestaciones de la creatividad más
importantes que reconozco en mí. La creadora que llevo dentro siempre se ha
manifestado a través de la palabra hablada y escrita, y desde que descubrí el
Sistema Biodanza y empecé a vivenciar
semanalmente y a investigar en su Modelo Teórico, pude descubrir cómo se
manifestaban dentro de mí los cinco potenciales humanos, entendiendo que el
núcleo de todos ellos es la Sexualidad, entendido como la búsqueda continua del
bienestar, el gusto y el disfrute. El resto se despliegan a partir de éste. Mi
esencia como ser humano es la búsqueda continua hacia el bienestar, lo que me
diferencia de los mamíferos, que tienen el resto de los potenciales, pero mucho
menos desarrollados, pues sólo se activan desde el instinto de supervivencia, para
mantener la especie.
El
ser humano es el único que está dotado del impulso a buscar el bienestar, el
gusto y el disfrute. Sin este impulso no se desplegarían el resto de los
potenciales. Por fin veo claro que lo que nos distingue de los animales es que
ellos se mueven por el instinto de supervivencia, adaptándose al medio,
simplemente. En cambio, el ser humano se mueve por el impulso a buscar
continuamente el bienestar y la paz interior, haciendo posible la evolución. Este
es el bienestar que reconocemos cuando algo nos apasiona, porque desplegamos el
resto de los potenciales infinitos: la vitalidad, la creatividad, la
transcendencia y la afectividad. Y así vamos desarrollando el amor
incondicional que nos va humanizando.
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