Cuando entiendes
que el otro tiene cosas que te gustan y otras que te convienen para
evolucionar, transformando la necesidad de cambiarle en la posibilidad de que
cambiará o no, pero como tú ya no necesitas transformarlo puedes amarlo tal y
cómo es.
Solo el amor
incondicional puede transformar al otro porque ya no necesitas transformarlo
para amarlo. Tu libertad está en poder amarle por tu propio interés para no
quedar afectada por esas cosas que no te gustan, poniendo atención en las que
te gustan para poder disfrutarlas.
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