Cuando no te gusta cómo te tratan tus padres cuando sienten frustración o miedo, seas consciente o no, tú los tratas igual cuando estás afectado y tienes la oportunidad de descubrirlo y aprender a guardar silencio cuando estás en ese estado mientras te vas preguntado por qué te parece tan mal lo que hacen o no hacen, dicen o no dicen, que al fin y al cabo son ellos lo que hacen y dicen lo que aprendieron.
Cuando recuperes la serenidad te resultará fácil encontrar una respuesta cariñosa, eficaz y satisfactoria, que ellos irán imitando de forma espontánea contigo.
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