viernes, 6 de junio de 2014

¿TU PAREJA TE HACE FELIZ?


En cierta ocasión durante un seminario sobre el amor incondicional  me preguntaron:
- ¿Te hace feliz tu pareja? ¿Verdaderamente te hace feliz?
- No... No me hace feliz
¡Yo soy feliz! ... El que yo sea feliz o no, sólo depende  de mí. Yo soy la única persona, de quien depende, mi felicidad. Yo tengo la capacidad de  crear mi felicidad  en cada situación que me toque vivir  y en cada momento de mi vida, si descubro cómo puedo percibir lo que sucede de forma sana. Si sintiera que mi felicidad depende de lo que haga otra persona o de lo que la vida me traiga, el temor no me permitiría ser feliz nunca. Me sentiría siempre al borde del abismo.
Es mejor entender que la vida siempre me trata bien. Me ofrece momentos para disfrutar y lo hago, sintiendo la gratitud por el regalo y otros para desarrollar mi infinito potencial creativo de afrontamiento, percibiendo de forma sana lo que sucede y descubriendo respuestas sanas y eficaces.
La  vida está en continua transformación, en continuo movimiento. Nada es estático, todo es dinámico.  Por eso el ser humano tiene la capacidad de vivir con todo y sin nada, gracias a la infinita plasticidad y  creatividad de la que dispone el cerebro humano.  A través de toda mi vida y observando a los niños, he descubierto  que como ser humano dispongo de un infinito potencial creativo de afrontamiento para percibir lo que sucede de forma sana, transformando en ideal lo que a primera vista no lo parece, para que la felicidad anide siempre  dentro de mí.
Me enseñaron que no puedo ser feliz... porque estoy enferma, porque no tengo dinero, porque no tengo trabajo, porque alguien se murió, porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien me trató mal, etc. Y lo que yo descubrí es que puedo crear mi felicidad con todo, por todo y a pesar de todo lo que me suceda cada día, descubriendo dentro de mi las semillas de la gratitud, la compasión y el amor incondicional.


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