Cuando el Planeta comprende que él es un receptor limitado de la atención infinita que ofrece el Satélite, descubre que siempre va a estar produciendo frustración al Satélite y puede aprender a no comunicarse con él cuando esté en estado de secuestro emocional. Cuando el Satélite sale de este estado y se comunica desde el estado de serenidad, el Planeta puede atenderle de forma sana, porque él no está afectado por nada.
Si el Satélite cuando establece un canal de atención tóxica, destructiva y adictiva, es decir, en estado de afectación no recibe ninguna atención del Planeta, ni con la palabra ni con la mirada, podrá salir de este estado de forma más fácil y establecer otro canal de atención sano.
Cuando es el Planeta el que establece un canal de atención tóxica, destructiva y adictiva, es decir, en estado de afectación con el Satélite y éste no le da ninguna atención ni con la palabra ni con la mirada, podrá salir de este estado de forma más fácil y establecer otro canal de atención sano.
Por lo tanto una vez que unos u otros comprendemos que no queremos seguir transitando desde nuestro cerebro reptiliano, canales de atención tóxica porque son adictivos y destructivos y como los seres humanos estamos buscando continuamente la atención del otro para sentirnos vivos, empezaremos de forma espontanea a desplegar nuestro infinito potencial creativo para descubrir nuevos canales de atención sana desde nuestro cerebro humano.
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