Una de las manifestaciones del gen altruista que todo ser humano tiene es el anhelo de poder construir nuevos aprendizajes y transmitir los que ya tiene, por esto nos produce tanta autorrealización aprender algo que no sabíamos y enseñar algo al que no sabe. Esto explica que todos tengamos el impulso a enseñar y a aprender que nos ofrece la posibilidad de ser alumnos y maestros a lo largo de toda la vida.
El cerebro mamífero sólo repite lo transmitido por imitación o por introyección.
Hasta que la creatividad del cerebro humano no se despliega no puede abrirse a la posibilidad de construir un nuevo aprendizaje. Por esto no podemos enseñar a nadie lo que no necesita aprender, porque no aparecerá la apertura a la posibilidad de construir el nuevo aprendizaje, ni podemos construir un nuevo aprendizaje si no es necesario para nosotros, por el mismo motivo.
Cuando necesitamos que alguien aprenda lo que no necesita aprender, estamos impidiendo de forma inconsciente que aparezca esa necesidad en el otro, por la atención tóxica que le ofrecemos desde nuestra necesidad.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras hablan de sus propias experiencias, van entendiendo por qué se sintieron tan frustrados cuando no conseguían que alguien aprendiera lo que no necesitaba aprender y porque les resultó tan difícil construir un nuevo aprendizaje cuando era el otro el que necesitaba que lo construyera. También van descubriendo cuales son las condiciones, que pueden ofrecer al otro, ponerle en contacto con las consecuencias, para que pueda crear la necesidad que le facilite la construcción de un nuevo aprendizaje. Es un proceso.
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