El origen de los celos en una persona satélite está en la rivalidad que establece con el resto de las personas que están alrededor de su planeta. En cambio, una persona planeta siente celos cuando percibe que su satélite no lucha por estar en la primera órbita.
En ambos casos se entiende que esto sucede por amor, por la creencia transmitida de que si tu pareja no te cela no te quiere. Dicha creencia lleva en no pocas ocasiones a provocar celos en el otro o a manifestar celos que no son reales al otro, por supuesto todo esto de forma inconsciente, buscando siempre la afectación del otro para establecer canales de atención tóxica que aunque ya sabemos que es adictiva y destructiva, asegura el vínculo afectivo.
Desde el amor mercantil del cerebro mamífero el ser humano necesita certificar que le aman, para poder amar que es lo que le humaniza. En cambio, desde el cerebro humano ama incondicionalmente para poder convertirse en un verdadero ser humano que sólo sabe ofrecer amor.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras van hablando y con mi acompañamiento, van descubriendo cuántas veces tuvieron comportamientos que no entendían, buscando afectar al otro para obtener una manifestación de celos y sentirse queridas y cuántas veces tuvieron la necesidad de manifestar celos qué no sentían como prueba de amor para asegurarse el amor del otro. Todo esto es un proceso. No es una meta, es un horizonte esperanzador con infinitas posibilidades desde el pensamiento divergente.
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