Inducir a los niños a defenderse tanto en el ámbito familiar como en el escolar es una práctica muy habitual por lo que los niños están perdiendo sus instintos de protección.
La única forma de defenderse que conoce el ser humano es atacando comenzando así de forma inconsciente una lucha donde siempre uno gana y el otro pierde, pero en cualquier caso, los dos quedarán con las ganas de volver a pelear para medir sus propias fuerzas.
Dos no pelean si uno sabe protegerse en lugar de defenderse atacando. Si los padres y educadores ofrecen este modelo en la interacción con los niños mejorarán mucho las relaciones entre ellos porque no se establecerán canales de atención tóxica.
La TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, facilita a la persona que mientras va hablando y con mi acompañamiento vaya descubriendo cuántas veces intentando defenderse salió mal parada, porque el contrincante resultó ser más fuerte física o psíquicamente. Al mismo tiempo va entendiendo que siempre que estableció una guerra gano o perdió, y en ambos casos se quedó con malestar, sintiendo una alarma en el inconsciente que le recuerda que puede volver a establecer otra lucha en cuánto se sienta atacado y quiera defenderse poniéndose en las manos de otro. Todo esto es un proceso. No es una meta, es un horizonte esperanzador con infinitas posibilidades desde el pensamiento divergente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario