Cada
vez es más necesario tener un
profesional de confianza al que recurrir cuando no tenemos bienestar mental, al igual que hacemos cuando perdemos el
bienestar físico.
La
mayoría de las personas todavía relacionan la necesidad de recurrir a un
profesional sólo cuando tiene un conflicto claramente reconocido o están
atravesando alguna adversidad y precisamente cuando puede ser más necesario es
cuando sienten que no tienen paz interior: angustia, ansiedad, rabia, miedo,
insomnio, desesperación, tristeza, apatía, estrés, trastornos de conducta
alimentaria, enfermedades físicas de origen psicosomático, etc. para recuperar
o mejorar la salud mental.
La
terapia educativa-experiencial de
escucha en atención individualizada
permite a la persona ir hablando de lo que está viviendo y cómo lo está
percibiendo, al tiempo que va dándose cuenta
de que es la percepción que tiene de la situación la que le está produciendo el malestar y le
está impidiendo descubrir respuestas eficaces y satisfactorias. Y así empieza
el proceso terapéutico de descubrir las percepciones transmitidas que crean
malestar y transformarlas en otras sanas
que devuelvan el bienestar, generando la confianza que disminuye el miedo a
vivir y permite disfrutar del presente, fluyendo con lo que la vida va
presentando.
Abrirse
a la posibilidad de contactar conmigo y
conocer dicha terapia puede ser el primer paso para iniciar un proceso
terapéutico que te llevará a recuperar la paz
mental y a contar con tu
educadora terapéutica para siempre, a la que podrás recurrir cada vez que
sientas que necesitas recuperar la paz interior que por algún motivo has
perdido. Si cuidamos de nuestro cuerpo,
¿por qué no de nuestra mente?
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