Cuando algo nos
afecta entramos en estado de secuestro emocional porque sentimos frustración o
miedo y nuestro cerebro instintivo o reptiliano genera en nuestro torrente sanguíneo
una serie de sustancias que permiten desplegar el infinito potencial creativo
de que disponemos los humanos y que es precisamente lo que nos diferencia de
los animales.
La creatividad
nos puede llevar a transformar la necesidad no cubierta en posibilidad, sin
violencia, recuperando así la paz interior o a buscar la cobertura generando
violencia primero en el interior y después puede salir al exterior, mediante
comportamientos agresivos perpetuando la lucha interna contra los otros, contra
la vida o contra nosotros mismos.
La terapia educativa-experiencial de escucha te facilita que mientras vas conversando con Manuela y con su acompañamiento vayas descubriendo que siempre que has ejercido la venganza contra alguien nunca has recuperado la paz interior, porque la semilla de la violencia sigue eternamente en tu interior. Lo único que devuelve la paz interior es transformar la percepción que te la quitó, en otra que haga esa función.
No hay comentarios:
Publicar un comentario