viernes, 15 de diciembre de 2023

La venganza es una fuente infinita de malestar.


Cuando algo nos afecta entramos en estado de secuestro emocional porque sentimos frustración o miedo y nuestro cerebro instintivo o reptiliano genera en nuestro torrente sanguíneo una serie de sustancias que permiten desplegar el infinito potencial creativo de que disponemos los humanos y que es precisamente lo que nos diferencia de los animales.

La creatividad nos puede llevar a transformar la necesidad no cubierta en posibilidad, sin violencia, recuperando así la paz interior o a buscar la cobertura generando violencia primero en el interior y después puede salir al exterior, mediante comportamientos agresivos perpetuando la lucha interna contra los otros, contra la vida o contra nosotros mismos.

La terapia educativa-experiencial de escucha te facilita que mientras vas conversando con Manuela y con su acompañamiento vayas descubriendo que siempre que has ejercido la venganza contra alguien nunca has recuperado la paz interior, porque la semilla de la violencia sigue eternamente en tu interior. Lo único que devuelve la paz interior es transformar la percepción que te la quitó, en otra que haga esa función.




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