sábado, 30 de noviembre de 2024

Todo pasa para algo y lo que no pasa, también es para algo.


A estas alturas de la evolución humana ya hay suficientes evidencias de que todo está conectado y por esto en la vida todo sucede para lo que está por llegar que todavía no sabemos ni podemos saber hasta que no sucede, pero que si nos abrimos a las infinitas posibilidades que podemos descubrir si desplegamos la creatividad podemos intuir.

Por el mismo motivo, lo que nos gustaría que sucediera y no sucede también es conveniente para lo que está por llegar que no tenemos ni idea.



Cuando sentimos miedo ante lo que puede suceder es porque  el cerebro instintivo ya está intuyendo la posibilidad de que una necesidad quede sin cobertura y nos ofrece la oportunidad de  que podamos reconocer que  lo que puede suceder puede suceder pero no está sucediendo y  hasta que no suceda no lo podemos afrontar, ni tan siquiera buscar posibles  soluciones   por si llega a suceder, porque el cerebro da la respuesta conveniente en cada momento ante lo que sucede, porque lo tiene que afrontar le guste o no, porque la vida no se para ante nada, la vida sigue en continuo movimiento, suceda lo que suceda. Y así podemos entender que todo lo que sucede conviene aunque con la lógica nos resulte difícil pero la evidencia no falla. 


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