Cuando nos comunicamos con otro desde nuestros cerebros humanos porque estamos en estado de serenidad (amoroso), creamos un canal de atención sana o transitamos uno que ya está creado, generando bienestar en las dos personas. En cambio cuando alguien se dirige a nosotros en estado de Secuestro Emocional (afectación) y nosotros nos contagiamos de éste, o viceversa, si entramos en comunicación en este estado, sólo lo podremos hacer desde nuestros cerebros reptilianos, estableciendo un canal de atención tóxica o transitando uno que ya está creado.
En cambio, cuando el cerebro descubre y comprende que tiene establecidos con sus seres queridos muchos canales de atención tóxica y que transitarlos es adictivo y destructivo, poco a poco va generando la necesidad de guardar silencio e interrumpir la comunicación visual cada vez que siente la afectación del otro o de él mismo, mientras va sintiendo la compasión por los dos, por ser adictos a transitar dichos canales, como manifestación del amor.
Así con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras van hablando de cómo perciben y afrontan las situaciones que se van encontrando, van descubriendo los canales de atención tóxica que transitan cada día con sus seres queridos. Y poco a poco, de forma espontánea, éstos van desapareciendo por falta de tránsito, al tiempo que se van creando canales de atención sana, disminuyendo el temor a dañar o sentirnos dañados, generando confianza en el infinito potencial creativo para poder percibir y afrontar de forma sana lo que la vida nos vaya presentando. Es un proceso.
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