Todos aprendimos a percibir la realidad y a afrontarla como la percibían nuestros padres y hemos creído que era la única forma de percibirla y afrontarla. Esto ha sido valido mientras el cerebro mamífero desde la jerarquía era el que regulaba al cerebro reptiliano a través de la conciencia colectiva, creando la necesidad de repetir lo que hacían los mayores para no morir, que es lo único que sabe hacer el cerebro mamífero, repetir sin contrastar los resultados, sólo por los deberías transmitidos de padres a hijos.
En este momento evolutivo el cerebro humano con su infinito potencial creativo está dando paso a la conciencia individual desde la horizontalidad, abriéndose a la posibilidad de transformar las percepciones aprendidas que resultan tóxicas, porque activan el cerebro reptiliano y generan malestar, en otras sanas que producen bienestar y permiten descubrir respuestas eficaces y satisfactorias lo que nos permite sentir y mostrar nuestra originalidad.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras hablan de sus propias experiencias, van descubriendo las percepciones tóxicas que hicieron en el pasado que les llevó a dar respuestas ineficaces e insatisfactorias y empiezan a desplegar su infinito potencial creativo, con mi acompañamiento, para irlas trasformando en sanas guardándolas en la memoria sin temor, aumentando así la confianza en la vida y en sus propios potenciales y disminuyendo el miedo a vivir. Es un proceso.
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