Cuando ya entendemos que en este momento evolutivo nuestro cerebro percibe al resto de los seres humanos en horizontal, aparece la apertura a la posibilidad de entender que el único evaluador posible somos nosotros mismos. Ya que sabemos que el cerebro humano en este momento no reconoce autoridad en nadie, todos los juicios y opiniones que cualquiera puede hacer de nosotros nos informan de la percepción que esa persona tiene de nosotros, no de nuestras capacidades y potencialidades.
Entender esto, hace que no percibamos a los otros como contrincantes sino como diferentes, que nos ofrecen la posibilidad de descubrir la originalidad de ellos y la nuestra propia por contraste.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras hablan de sus propias experiencias, se van dando cuenta que aprendieron a percibir a los otros como sus evaluadores y esto hace que frecuentemente ante las opiniones de los otros se active su cerebro reptiliano, entrando en estado de secuestro emocional y dando respuestas ineficaces e insatisfactorias activando en los otros este mismo cerebro reptiliano, empezando a pelear hasta que uno queda aniquilado y el otro se atribuye la razón más absoluta. Y con mi acompañamiento empiezan a desplegar la creatividad que les va permitiendo transformar la percepción tóxica que tenían de los otros en otra sana, sintiendo que empiezan a establecer vínculos afectivos sólidos y seguros, descubriendo la posibilidad que como seres humanos tienen de amar en libertad, saliendo de la esclavitud del amor mercantil. Es un proceso.
Cierto que para algunos, todos los días te tienes que examinar.
ResponderEliminarAunque sea de forma inconsciente nuestro cerebro está constantemente evaluando lo que sucede dentro y fuera de nosotros que nos lleva a la transformación continua.
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