El ser humano, cuando su cerebro reptiliano genera la necesidad de tener algo, lucha por cubrir esa necesidad y por eso valora lo que quiere conseguir para dar cobertura a esa necesidad, hasta que lo consigue y la necesidad queda cubierta, normalizando lo que tanto valoraba cuando no lo tenía, hasta que aparece otra necesidad y empieza de nuevo el proceso.
En esto consiste sobrevivir, cubriendo las necesidades que va creando continuamente el cerebro reptiliano, como hacen los animales.
Sin embargo, el ser humano tiene la posibilidad de aprender a vivir desde las infinitas posibilidades, transformando las percepciones tóxicas transmitidas en otras sanas, que le permitan fluir con todo lo que la vida le vaya presentando, encontrando respuestas eficaces y satisfactorias, descubriendo que nada puede ser mejor que lo que tiene en cada momento, porque es lo único que puede afrontar, así se va humanizando, confiando en la vida y disminuyendo el miedo a vivir.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras van hablando y con mi acompañamiento, van descubriendo que recibieron el modelo, de sobrevivir desde las necesidades, de sus progenitores a través del cerebro mamífero, por introyección o por imitación, y poco a poco van transformando las necesidades no cubiertas en posibilidades, trascendiendo la necesidad de estar generando continuamente nuevas necesidades y buscando su cobertura, transformando en ideal todo lo que la vida le va presentado cada día. Todo esto es un proceso.
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