La terapia educativa-experiencial de escucha te facilita que
mientras vas conversando con Manuela y con su acompañamiento vayas descubriendo
la percepción que haces de lo que no te gusta y entendiendo que es la
percepción la que te produce el malestar y no la situación, y poco a poco se ira transformado de forma espontánea,
sin que esté en tu mano hacer nada para acelerar dicho proceso, que tiene su
ley de gestación y dura lo que es necesario, ni un minuto más ni un minuto
menos.
Hablar y escuchar es
un proceso transformador continuo que nos presenta un horizonte esperanzador de
que todos tenemos la posibilidad de sentirnos bien con todo, por todo y a pesar
de todo lo que la vida nos vaya
presentando, entendiendo que lo que no nos ha matado nos ha fortalecido
siempre, sintiendo gratitud por todo lo vivido transformando lo maldito en
bendito.
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