Independientemente
de las conductas de los otros, si tú siempre ofreces lo mejor de ti, antes o después
los otros sólo podrán ofrecerte lo mejor de ellos.
Los otros siempre
devuelven lo que tú les ofreces en respuesta a sus comportamientos, aunque a
veces cueste trabajo descubrirlo.
Si entendemos que
ofrecer siempre lo mejor de nosotros a los otros, aunque no nos gusten sus conductas es por nuestro propio interés, para sentirnos verdaderos
seres humanos y ofrecer un modelo para que los otros también se puedan sentir
verdaderos seres humanos.
La bondad del ser
humano se manifiesta cuando puede percibir la bondad del otro a pesar de sus
conductas. Las conductas animales siempre son en nombre del amor.
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