lunes, 5 de septiembre de 2016

LA CREATIVIDAD NOS PERMITE TRANSFORMAR UNA PERCEPCIÓN TÓXICA EN UNA SANA

Todos venimos de relaciones humanas (familia, pareja, trabajo, amigos) que se basaban en la jerarquía (cerebro mamífero), y los valores principales eran la autoridad, los deberes, las ordenes, premios y castigos,  y la obediencia. Sin embargo, en la actualidad, todas las relaciones son horizontales (cerebro humano), y se sustentan en la cooperación, la humildad, la gratitud, la compasión y la afectividad.

Cada vez que tenemos una experiencia con alguien de la que salimos con malestar, tenemos la oportunidad de descubrir en qué cerebro estábamos, observando la percepción que tuvimos del comportamiento del otro y cómo lo afrontamos. Desplegando el infinito potencial creativo, podemos descubrir si estábamos en el reptiliano o en el mamífero que son los dos únicos que producen malestar y sólo después de este descubrimiento podremos crear desde el cerebro humano una percepción sana y una respuesta eficaz, para guardarlo así en la memoria sin el miedo a volver a vivir situaciones similares.


Si guardamos en la memoria las experiencias vividas como dolorosas, de la misma forma que las vivimos, quedarán  alarmas en nuestro cerebro que nos llevarán a querer evitar vivirlas de nuevo y esto condicionará todas nuestras percepciones, repitiendo formas de afrontar que nos produzcan mucho malestar.  Sólo re-creando las situaciones vividas como dolorosas, transformándolas en reveladoras, conseguiremos no temer volver a vivir situaciones similares  porque podremos percibirlas y afrontarlas de forma sana y eficaz, recuperando la confianza en la vida, en los otros y en nosotros mismos que perdimos a través de las alarmas por todo lo vivido y guardado como doloroso.

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