La meta de la vida es la muerte. Cuando se juntan las dos células que dan lugar a un nuevo ser humano empieza el tránsito por la vida hasta llegar a la muerte que es la meta. De donde únicamente podremos seguir descubriendo datos para seguir construyendo nuevos aprendizajes continuamente, es de nuestras propias experiencias.
La TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada permite a la persona ir contando experiencias dolorosas y descubriendo que las tiene guardadas en su memoria como las percibió y las afrontó creando una alarma para evitar situaciones similares, que le permiten descubrir y entender que sigue percibiendo y afrontando de la misma forma cada vez que se las vuelve a presentar la vida.
Este es el proceso que permite tomar conciencia de que la percepción de nuestro futuro depende de cómo tengamos guardado nuestro pasado en la memoria, entendiendo que el infinito potencial creativo humano nos permite reconstruir nuestro pasado transformando todas las situaciones que guardamos cómo adversidades en oportunidades para descubrir nuevos aprendizajes y desarrollar nuevas capacidades.
Siempre podemos entender, para seguir entendiendo, todo de lo que hemos ido tomando conciencia de lo vivido, pero lo que no podemos nunca saber es de cuantas cosas más podremos seguir tomando conciencia mientras estemos vivos, porque seguiremos transitando por la vida descubriendo nuevos caminos hasta llegar a la meta, la muerte.
Tomar conciencia de lo vivido, de cómo lo percibimos y afrontamos en ese momento y de que está así guardado en nuestra memoria, consciente o inconsciente, es un proceso infinito hasta el último aliento, que nos da la oportunidad de crear una nueva percepción que de sentido a nuestra pasado en nuestra vida, esta es la muestra de la infinitud y la divinidad humana que algunos ven reflejados en Dios o en la Naturaleza.
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