Efectivamente la propia experiencia es la madre de la sabiduría de cada persona, que es personal e intransferible. Lo único que podemos ofrecer a los otros son nuestros propios aprendizajes en base a nuestras experiencias para que les sirvan de referentes y puedan construir sus propios aprendizajes a través de las suyas. En esto puede consistir ahora la educación de padres a hijos, ofreciendo este modelo para poder aprender todos con todos, convirtiéndonos todos en maestros y alumnos de todos.
La escuela todavía está a años luz de este concepto de educación por eso sigue evaluando la capacidad de aprender de memoria y de obedecer, pero no los aprendizajes construidos a través de las propias experiencias de los alumnos.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, los padres y madres pueden ir contando las dificultades que tienen para acompañar a sus hijos en las experiencias que vienen contando del colegio y facilitarles que construyan sus propios aprendizajes a través de ellas y que vayan descubriendo de forma creativa sus propias respuestas, no valorando y premiando la obediencia y castigando también la frustración que tienen sus maestros cuando no obedecen, que es lo que les indican en la escuela. Así pueden ir, poco a poco, estableciendo canales de atención sana con sus hijos, promoviendo que puedan entender que los actos tienen consecuencias, que si no son de su agrado lee llevaran a modificar sus conductas por su propio interés. No que si se portan bien, es decir, si obedecen serán premiados y si no se portan bien, es decir desobedecen serán castigados, para que aprendan a obedecer. Es un proceso.
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