En este momento evolutivo que ya el cerebro humano, desde que el niño nace, percibe a sus iguales siempre en horizontal, no reconoce la autoridad que viene de la jerarquía del cerebro mamífero. Esto explica que cuando un niño recibe una orden aunque sea bajo amenaza, no genere en su cerebro reptiliano la necesidad de obedecer y por lo tanto no obedezca y esto lleva a la autoridad a sentir frustración generando rencor y deseos de venganza contra el que percibe como rebelde.
El origen de la violencia que en la actualidad percibimos en el aire, está en percibir a las personas que no cubren nuestras necesidades y por lo tanto nos meten en estado de secuestro emocional como malignas contra las que hay que luchar hasta la aniquilación, desde la ética transmitida.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras van hablando y con mi acompañamiento, van entendiendo que sus hijos no pueden obedecerles aunque sientan que les conviene, porque su cerebro reptiliano no genera la necesidad que les lleve al cumplimiento de la orden, es más, muchas veces genera la necesidad contraria, la de desobedecer siempre las órdenes para conseguir la afectación de la autoridad y así asegurarse la atención, aunque sea tóxica, adictiva y destructiva para ambos. Así en lugar de dar órdenes les van acompañando en sus experiencias facilitando que puedan generar la necesidad de hacer lo que es bueno para todos, en contacto con el gen altruista de ambos. Todo esto es un proceso. No es una meta, es un horizonte esperanzador.
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