El cerebro reptiliano lucha para cubrir la necesidad, a veces pierde porque no lo consigue y a veces gana. Tanto cuando gana como cuando pierde la necesidad sigue intacta y dicho cerebro volverá a activarse, entrando en estado de secuestro emocional, cada vez que no encuentre cobertura.
En cambio el cerebro humano como siempre percibe lo que sucede desde las infinitas posibilidades, fluye con lo que le va presentando la vida, desplegando la creatividad para poder afrontarlo de forma eficaz y satisfactoria y nunca siente que gana ni pierde.
Con la TERAPIA EDUCATIVA-EXPERIENCIAL DE ESCUCHA en Atención Individualizada, las personas mientras van hablando y con mi acompañamiento, van descubriendo cuántas veces lucharon por cubrir una necesidad y al no conseguirlo y de forma inconsciente y espontánea, la necesidad no cubierta se transformó en posibilidad, que explica que ya no volvieran a quedar afectadas por la situación que en otro momento les llevó a luchar. Inconscientemente van abriéndose a la posibilidad de ir transformando la percepción transmitida de la vida como una lucha en una nueva, creativa, original, que les facilite perder el miedo a vivir, entendiendo que la vida es una experimentación continua que les va brindando oportunidades para ir descubriendo necesidades no cubiertas y poderlas ir transformando en posibilidades. En esto consiste la evolución humana, en el proceso infinito de humanización. Todo esto es un proceso. No es una meta, es un horizonte esperanzador con infinitas posibilidades desde el pensamiento divergente.
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