La desigualdad es la limitación de oportunidades que tienen
algunos niños para desarrollar sus potenciales, en cambio la diferencia tiene
que ver con la diversidad, que siempre es enriquecedora porque cuando nos
mezclamos somos mejores.
La escuela pública favorece la diversidad porque los grupos son
más heterogéneos para que todos puedan aprender de todos y compensar así las
desigualdades, desarrollando el espíritu de cooperación y de tolerancia que van
a facilitar a su vez el desarrollo de la autonomía y la responsabilidad que son
los objetivos de la educación.
Hablando con Manuela y con su acompañamiento podrán descubrir que sólo podemos aprender algo de los diferentes, aunque nos creen conflicto en un primer momento. Desarrollando así la curiosidad por los diferentes mientras entienden que pueden convertirse en nuevos referentes para transformar las percepciones transmitidas por sus progenitores y el entorno en el que se socializaron.
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