Cuando no nos gusta
algún sentimiento, pensamiento o
comportamiento de nosotros mismos es porque lo percibimos como malo y estamos
siempre intentando cambiarlo, es decir, luchando contra nosotros mismos,
culpabilizándonos, exigiéndonos, recriminándonos, amenazándonos, castigándonos,
lo mismo que hacemos cuando no nos gusta algún comportamiento de otra persona.
Pero la realidad es
que nunca conseguimos cambiar, ni cambiar a los otros por más que lo intentemos
por las vías que hemos aprendido.
La terapia educativa-experiencial de escucha te facilita que mientras vas conversando con Manuela vayas descubriendo que lo que percibes como malo también puede tener algo bueno, porque lo que no te gusta te conviene para evolucionar, y cuando le encuentras algo bueno tu percepción se transforma de forma espontánea. Conversar es un proceso transformador continuo, con un horizonte esperanzador para recuperar la alegría de estar vivo y perder el miedo a vivir.
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