lunes, 20 de febrero de 2023

EL MARCO DE COCA-COLA

 

Sin saber por qué aquella foto siempre estuvo en su habitación soportando varias mudanzas, volviendo siempre al mismo sitio. Era una foto en el salón de la primera vivienda conyugal que habitaron después de contraer matrimonio. Estaban estrenando el nuevo estado civil y lucían sus anillos como un trofeo. Y así permanecieron eternamente abrazados en esa foto dentro de un marco de plástico de coca-cola que acabo resultando vintage.

Él, nunca se dio cuenta de la presencia de esa foto en la que ella quiso eternizar ese momento. Fueron cumpliendo años mientras permanecían eternamente jóvenes y abrazados  en la foto, y afrontando en cada momento lo que la vida les iba presentando cada uno a su manera, juntos pero no revueltos.



Los dos quisieron siempre cumplir la promesa que se hicieron en el altar,  permanecer juntos hasta que la muerte les separará. Y la cumplieron, aprendiendo cada día a permanecer juntos  en la misma casa, en la misma cama y en la misma mesa, siendo cada uno dueño de su tiempo, de su cuerpo y de su dinero. Y así, descubrieron la lealtad, el amor en libertad, se querían pero sin derechos, ni deberes. Se decían en silencio, sin palabras, te amo porque no te has ido y te seguiré amando eternamente aunque te vayas. Primero se fue él, sin despedirse, desnudo y a su lado y ella le seguirá amando eternamente como tantas veces le dijo sin palabras.

 

16-02-2023                          Manuela Álvaro Alonso

No hay comentarios:

Publicar un comentario