No lo puedo creer, pensé cuando me encontré de repente, mientras iba caminando disfrutando del silencio de aquel parque sumida en mis pensamientos, con esos ojos del color del mar con los que había soñado durante mucho tiempo, pero despierta claro. Fantaseaba muy a menudo con cruzarme con ellos nuevamente e imaginaba la alegría que volvería a sentir si algún día ese sueño se hiciera realidad.
Fue tan grande el escalofrío que sentí cuando nuestras miradas se cruzaron que salí corriendo en dirección contraria, despavorida, como si hubiera visto al diablo con rabo y cuernos, hasta que la falta de aire me obligo a parar y me desperté sobresaltada, sintiendo los latidos de mi corazón acelerado y mi respiración agitada, preguntándome ¿estoy soñando o despierta?, los buenos días de mi madre me dieron la respuesta.
23-02-2023
Manuela Álvaro Alonso
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